domingo, 1 de septiembre de 2024

Carta de Pedro Valls i Duran 1928

                                                     


En este artículo publicado en la revista Musical Hermes, nos habla sobre  de la dificultad de construcción tanto en los problemas tecnicos como ejecucíon sobre el instrumento que genera el contrabajo de cinco cuerdas. 




 Contestación de Pedro Valls, respecto al artículo publicado en la revista Musical Hermes en 1928.





 Pedro Valls, fue contrabajista, compositor y pedagogo del contrabajo, nació en Sabadell (Barcelona) en 1869 y murió en la capital catalana en 1935.

Inició los estudios de música en Sabadell, posteriormente para ampliarlos se trasladó a Barcelona. A los dieciocho años,ya con un buen dominio del instrumento, viajó a la República Argentina y se estableció en Buenos Aires donde formó parte de diferentes orquestas. 

En Buenos Aires pudo estudio armonía y contrapunto, así amplio los estudios  de contrabajo con José Roveda, discípulo directo del gran contrabajista italiano Giovanni Bottessini. 

La experiencia que adquirió tanto con el repertorio sinfónico como en el operístico fue decisiva en su carrera. La etapa americana acabó el año 1892 cuando, por razones familiares, tuvo que regresar a Catalunya.

En 1892 se instaló en Barcelona y, durante los siguientes 30 años, fue uno de los artistas más destacados del panorama musical catalán por su papel relevante en cuatro facetas: en primer lugar, como intérprete —formó parte de las mejores orquestas de la época, como la Orquesta Pau Casals, la Banda Municipal de Barcelona o la Orquesta del Gran Teatro del Liceo—; en segundo lugar, como profesor de contrabajo —fue profesor del Conservatorio de Música del Liceo durante más de veinte años y por sus clases pasaron la mayor parte de los instrumentistas de contrabajo del país, además de ser autor de un Método para Contrabajo deudor de la escuela de Bottessini—; en tercer lugar, como dinamizador musical —con la participación activa en diferentes asociaciones musicales como la Unión de Músicos de Catalunya, la Asociación Wagneriana de Barcelona o la Asociación Obrera de Conciertos—; y en cuarto lugar, como compositor.

Como compositor Pere Valls fue autor de más de cincuenta obras para diversas formaciones, pero entre todas ellas destacan las dedicadas al contrabajo. De entre sus obras para contrabajo y piano destacan la Suite Andaluza (1918) en cuatro movimientos —obra que actualmente es de repertorio en diversas escuelas europeas de contrabajo como por ejemplo en la Cátedra “Reina Sofía” de Madrid—las tres Fantasies per a contrabaix i orquestra (compuestas entre 1894 y 1917) —una de ellas en homenaje a Bottessini—, el Gran concierto obligado para contrabajo (1906), la Fantasía andante con variaciones, la Gran introducción y Tarantella, el Tema con variaciones para contrabajo, la Tarantella-concierto de contrabajo (1893) o la Romanza para Contrabajo y piano, obra que —en su transcripción para violoncello— fue estrenada por el mismo Pau Casals. Su catálogo se completa con obras para orquesta, para piano, para grupos de cámara, para cobla (orquesta de viento popular en Catalunya), para banda, para instrumentos solistas, para orquesta de baile, y hasta una zarzuela.




 Existe  una carta manuscrita original en apoyo de Pere Valls, una lista de 28 alumnos, que se encuentra en manos de la familia, entre los cuales aparecens los siguientes:




Joan Gratacós ,Salvador Escofet, Tomàs Goxens, Mateu Calvet, Josep Segarra, Santiago Sató, Antonio Goxens,Ramón Tardà,Conrado Bas,Josep Cervera Bret,Antoni Muntaner,José Sabadell,Ramón Segura,
Rafael del Pino, Pedro Ribalta,Nicasio Goicoechea,José Cañameras, Joaquin Morales,Lorenzo Regás,
Emilio Rovira, Santiago Lato, José Balcells,Alejandro Clos, Roberto Nivelo, Federico Castells, Ángel Viñolas,Francisco Oliveras,Sadurní Jané, Antonio Masat, entre otros.