Cuando Mike cumplió 13 años, la familia Oldfield se trasladó a Romford, Essex. En 1967 dejó la escuela y junto con su hermana Sally formó The Sallyangie, un dúo folk-hippie de voz y guitarra. Firmaron por la compañía Transatlantic, que les editó el álbum Children of the Sun en 1968 y el sencillo «Two Ships» en 1969. Por esta época, el toque de guitarra de Mike fue fuertemente influido por el «folk barroco» popularizado por John Renbourn, líder de Pentangle y Bert Jansch. Después de un año, llegó el fin de Sallyangie.Mike paso a la música rock, formando otro grupo de corta vida llamado Barefoot, con su hermano Terry. Eso le condujo a trabajar como bajista com 16 años con Kevin Ayers & The Whole World. Kevin Ayers había sido miembro fundador de Soft Machine, pero abandonó el grupo en 1968. Al año siguiente publicaron el álbum Joy of a Toy, que les llevó a hacer una gira en 1970.
La creación de Tubular Bells.
Cuando Mike dejó la banda de Kevin Ayers definitivamente, para ganarse la vida trabajó ocasionalmente como guitarrista de sesión. Uno de esos trabajos lo llevó en la banda de acompañamiento de la producción londinense de Hair, el «musical de amor-rock tribal» por 5 £ la noche. También tocó por un tiempo el bajo en una banda comandada por el cantante de soul Arthur Lewis. El grupo iba a grabar a un estudio recientemente inaugurado en una mansión de Shipton-on-Cherwell, a 32 kilómetros de Oxford. Los estudios de grabación The Manor fueron construidos por aquel entonces para Richard Branson por Tom Newman, asistido entre otros por Simon Heyworth. El equipo reunido en The Manor era de buenos amigos, y también estaban allí las novias de algunos de ellos, así como un cocinero, limpiadoras y jardineros. Como Mike comentó más tarde, «todos los problemas que surgían los tratábamos como si fuésemos una gran familia».
El magnífico ambiente que reinaba en el estudio y la actitud de Newman y Heyworth dieron a Mike la oportunidad de grabar una nueva maqueta basada en los mismos desarrollos instrumentales que ya manejaba desde hacía tiempo. A Heyworth y Newman les encantó y asombró el abanico de ideas de Oldfield, y emprendieron una campaña de persuasión a Branson para que editara aquello y les dejara el estudio durante algún tiempo para grabarlo. De entrada parecía que aquel no era el momento apropiado; el proyecto debía esperar un poco a la llegada de Simon Draper, empresario que se unió a Branson, poseedor de una cadena de tiendas de discos y ambos crearon una discográfica propia: Virgin Records. Draper tenía un amplio conocimiento musical, así que cuando escuchó las ideas de Mike, este las apoyó inmediatamente.
Mike continuó desarrollando y refinando sus ideas, a las que ahora podía dar un nombre: Tubular Bells aunque en principio se barajasen nombres como Breakfast in Bed (Desayuno en la cama), título sugerido por el propio Branson, y Opus One (Opus 1). Para cuando casi se le agotó la paciencia del joven Oldfield, Draper le ofreció una semana de tiempo de estudio en The Manor. Trasladaron una amplia selección de instrumentos al estudio y el músico hizo su labor a contrarreloj durante esa semana, tiempo en el que se grabó algo más de la primera parte del álbum. El resto emergió durante sesiones repartidas a lo largo de los siguientes meses.
Desde el principio Mike empezó a usar 16 pistas. Como se iban añadiendo a la grabación más y más instrumentos, las sesiones también fueron una prueba para la inventiva de Newman y Heyworth, que mezclaron todo aquello lo mejor que les fue posible.
El equipo de que disponía el estudio no estaba automatizado, y todo el trabajo fue hecho manualmente por Mike, ya que Simon Heyworth y Tom Newman ya usaban todos los dedos de que disponían en la mesa de mezclas; esto hacía más cercana la relación entre productores y artista con lo que pudo aprender muchas cosas de los dos productores.
Durante las sesiones, Mike tocó más de 20 instrumentos y se grabaron aproximadamente 2000 cintas de prueba. La música fue interpretada casi al completo por él mismo, con la excepción de Vivian Stanshall que grabó las voces pertenecientes al «maestro de ceremonias», Jon Field que tocó la flauta, Steve Broughton y Mundy Ellis en las percusiones y en las voces, respectivamente; Newman y Heyworth recibieron el crédito como coproductores del álbum. Cuando terminaron las sesiones, Branson se llevó las cintas de Tubular Bells a la feria de la industria musical MIDEM de Cannes, en enero de 1973. Un ejecutivo de la compañía americana Mercury Records le dijo: «si le pones letra te lo compró por 20.000 dólares». Como nadie se mostraba interesado en respetar el concepto original, Branson y Draper decidieron editar el álbum ellos mismos en su nueva discográfica, Virgin Records.
Tubular Bells se lanzó el 25 de mayo de 1973. Surgió de un proceso de grabación y mezcla al que habría podido llamarse «arte en estado puro».La recepción de la crítica y del público fue unánime, calificándolo de «obra maestra».