domingo, 19 de marzo de 2023

GASPARO DA SALÒ




Gasparo da Salò, también conocido como Gasparo Bertolotti, fue un famoso lutier italiano del siglo XVI. Nació en la ciudad de Salò, ubicada en la región de Lombardía, al norte de Italia, alrededor del año 1540. Gasparo da Salò es especialmente conocido por ser uno de los primeros lutieres en fabricar instrumentos de cuerda con una calidad y un sonido excepcionales.

Existe un muy detallado registro histórico (cerca de 100 documentos y aproximadamente 80 instrumentos originales).

Gasparo da Salò construyó principalmente violines, violas y violonchelos, y algún contrabajo,   sus instrumentos eran muy valorados por los músicos de la época, tanto por su calidad de sonido como por su belleza estética. Se dice que sus violines son particularmente notables por su tono brillante y fuerte, y su habilidad para producir sonidos expresivos y emocionales.

Su abuelo Santino, dueño de tierras y rebaños, probablemente fabricante de cuerdas de instrumentos musicales, se mudó de Polpenazze del Garda a Salò, capital de la Riviera del Garda, para brindarle más oportunidades a su familia. El ámbito artístico y musical en Salò era muy abundante y efervescente. Gasparo es hijo y sobrino de dos hermanos músicos, instrumentistas y compositores del más alto nivel profesional, Francesco y Agostino di Bertolotti, suficientemente especializados como para ser llamados en documentos los «violì», o incluso en la forma extendida, para evitar dudas, los «violini».1​


Su tío Agostino además de ser un experto en instrumentos musicales, se convertiría en el primer maestro de capilla de Salò, y su hijo Bernardino, primo de Gasparo, llegó a ser un virtuoso músico (violinista y trombonista) trabajando antes en Ferrara en la impactante corte musical de Este, luego en Mantua junto a Vincenzo I Gonzaga durante la presencia de Monteverdi, y después en Roma como «músico de Su Santidad el Papa en el Castillo Sant'Angelo».


La educación musical de Gasparo, del más alto nivel, aconteció en la vida familiar, así como siguiendo los pasos de los liristas y violeros de Salò activos en la Basílica de San Marcos en Venecia, y los de los violinistas de Brescia activos también en Venecia y en las cortes europeas de principios de 1540 hasta finales de siglo. Además su educación interpretativo-musical, probablemente alcanzada por emulación de los padres y acompañando al dúo de violinistas de la familia, debió de ser bastante fuerte, como testimonia el hecho de que en un documento fechado en Bergamo en 1604, con respecto a la música en Santa Maria Maggiore, se le cita como virtuoso violinista.

Cuando su padre muere, alrededor de 1562, se muda a Brescia. Alquila inmediatamente una casa con taller en la Contrada degli Antegnati, centro de la vida musical, por la presencia de la famosa dinastía de fabricantes de órganos y otros poliinstrumentistas talentosos en la Seconda Quadra di San Giovanni, frente al Palazzo Vecchio del Podestà (actual Via Cairoli), casándose pronto. La posibilidad de alquilar casi inmediatamente una casa con taller, a pesar de las pocas posibilidades derivadas de la división de la herencia, pequeña debido al número de hermanos y hermanas, testimonia muy probablemente una gran habilidad para fabricar cuerdas, como indica también el hecho de que, tres años después, el trabajo y las ganancias le permitieron desposar a Isabetta Cassetti, hija de un alfarero y vidriero. Además de eso, mantuvo amistades y participaciones con razones artísticas profesionales como Girolamo Virchi, uno de los artesanos-artistas más prominentes de la ciudad, definido en el documento de 1563 «maestro de musica instrumentis», quien en 1565 sería padrino de Francesco, hijo de Gasparo, el primero de otros seis, tres varones llamados Marcantonio, de los cuales dos murieron casi inmediatamente, y tres hijas.


Además, en ese barrio vivieron dos organistas muy famosos de la Catedral de Brescia, Fiorenzo Mascara y su sucesor Constanzo Antegnati, y un muy buen violinista, Giuseppe Biagini. Como muchos otros poliinstrumentistas de Brescia, Mascara fue también un excelente violgambista.

Gasparo da Salò también fue un innovador en el diseño y la construcción de instrumentos de cuerda, y es considerado uno de los primeros lutieres en crear violines con cuatro cuerdas en lugar de las tres cuerdas utilizadas en la época medieval. También se le atribuye la invención del puente de violín en forma de arco, que todavía se utiliza en la construcción de violines y otros instrumentos de cuerda.

A pesar de que Gasparo da Salò vivió hace muchos siglos, su legado como uno de los más importantes fabricantes de instrumentos de cuerda de la historia sigue vivo hoy en día, y sus instrumentos son muy valorados y buscados por músicos y coleccionistas de todo el mundo.






BASS TEACHERS

 Domenico Dragonetti.

El profesor de Domenico Dragonetti fue un contrabajista italiano llamado Pietro Stefano Steffan. Steffan fue uno de los primeros grandes virtuosos del contrabajo y es conocido por haber sido el primer contrabajista de la Orquesta de La Scala de Milán. Dragonetti estudió con Steffan en Venecia y luego se convirtió en su asistente en la orquesta de la iglesia de San Marco en Venecia. Se dice que Steffan tuvo una gran influencia en la técnica y el enfoque musical de Dragonetti.

Giovanni Battista Vaňhal.

El profesor de Giovanni Battista Vaňhal fue el famoso contrabajista y compositor italiano Domenico Dragonetti. Dragonetti es considerado uno de los más grandes virtuosos del contrabajo de todos los tiempos y tuvo una gran influencia en la técnica y el repertorio del instrumento. Vaňhal fue uno de sus muchos estudiantes y se convirtió en un reconocido contrabajista y compositor en su propia carrera.

 Johannes Matthias Sperger.

Johannes Matthias Sperger, tuvo varios profesores de contrabajo a lo largo de su carrera, pero uno de los más importantes fue el famoso contrabajista italiano Giovanni Battista Vaňhal (también conocido como Jan Křtitel Vaňhal). Vaňhal fue un músico muy reconocido en su época y enseñó a muchos estudiantes de contrabajo, incluyendo a Sperger y a otros grandes contrabajistas de la época.

Antonio Capuzzi (1755-1818).

Antonio Capuzzi fue el maestro de Dragonetti ,un famoso contrabajista italiano del siglo XIX, y su maestro fue el contrabajista y compositor italiano Antonio Capuzzi (1755-1818).

Capuzzi enseñó a Dragonetti cuando era joven en la ciudad de Venecia, donde ambos vivían. Capuzzi también fue un reconocido compositor de música para contrabajo, y su Concierto para Contrabajo en Re Mayor es una obra muy conocida en el repertorio clásico del contrabajo.

Hause, Wenzel (1764 – 1847) .

– Método completo de Contrebasse, el 1er. edición 1809. Wenzel puede ser considerado con razón como el padre de la pedagogía moderna del bajo. Estuvo activo en Bohemia, Francia y otros países europeos y tuvo un gran impacto en la próxima generación de contrabajistas. Su Methode complete de Contrebasse tiene 105 páginas y fue publicado varias veces en Alemania, Francia y Estados Unidos.Wenzel (músico, nacido en Raudnitz en Bohemia hacia 1775, muerto en Praga en febrero de 1847). Recibió lecciones de música desde temprana edad y ocupó el cargo de colegial en su pueblo natal. En 1792 fue a Praga y asistió a la escuela normal allí para prepararse para un puesto como maestro de escuela en Bohemia. Pero su talento musical le abrió otros caminos; obtuvo un puesto como violinista en el Fürst Lobkowitz'schen Lorettocapelle y en el royal Teatro nacional; En 1815 fue empleado allí como el primer contrabajista y finalmente se convirtió en profesor de contrabajo en el Conservatorio de Praga. Como profesor e intérprete, H. fue excelente. Compuso varios estudios para su instrumento, pero dejó un recuerdo imborrable en su "Escuela del Contrabajo". Cuando en 1807 anunció la publicación de esta obra con prenumeración, la suma requerida para la publicación no llegó a juntarse en Praga, en esta ciudad de la música; La obra no fue publicada hasta 1809 en Dresden por Hilscher y varios años más tarde en una traducción francesa bajo el título: "Method complète de Contrebasse approuvée et adopted par la direction du Conservatoire de Musique à Prague", parte I y II (Mainz 1829, fol.). H. capacitó a varios estudiantes capaces, incluidos los Sres. Hrabé, Drechsler, Slama y Jannusch. En la vejez se jubiló y murió a la edad de 72 años.

Giovanni Bottesini.

Giovanni Bottesini recibió sus primeras lecciones de música de su padre, un clarinetista y maestro de música local. Posteriormente, estudió en el Conservatorio de Milán con Luigi Rossi, quien era un renombrado contrabajista y profesor en esa época. Rossi tuvo una gran influencia en la formación musical de Bottesini, y a menudo se lo considera como el mentor de Bottesini.

Después de graduarse del conservatorio, Bottesini se convirtió en un virtuoso del contrabajo y realizó giras por toda Europa, donde se convirtió en uno de los contrabajistas más famosos de su tiempo. También fue un compositor prolífico, escribiendo numerosas piezas para contrabajo, óperas y otras obras de música clásica.

En resumen, el profesor de contrabajo de Giovanni Bottesini fue Luigi Rossi, quien enseñó en el Conservatorio de Milán.

Pietro Stefano Steffan.

La información sobre el profesor de Pietro Stefano Steffan es un poco escasa y no está completamente clara. Se sabe que Steffan nació en Udine, Italia, en 1754 y que comenzó su carrera musical en la orquesta de la catedral de Udine. Luego, se trasladó a Venecia para estudiar con un contrabajista llamado Nicola Porpora. Sin embargo, algunos estudiosos creen que Steffan también podría haber estudiado con otro contrabajista importante de la época, Giovanni Bottesini, aunque esto no está completamente confirmado.

Nicola Porpora no fue un contrabajista, sino un famoso compositor y maestro de canto italiano del siglo XVIII. Algunos de sus alumnos notables incluyen a Farinelli, Caffarelli y el compositor Johann Adolph Hasse. Aunque no hay registros que indiquen que Porpora haya enseñado a contrabajistas, es posible que algunos músicos hayan estudiado con él para mejorar sus habilidades de interpretación musical y técnica en general.

Adolf Mišek.

Adolf Mišek, un destacado contrabajista y músico checo, tuvo varios maestros a lo largo de su carrera. Uno de los maestros más influyentes en su formación musical fue el contrabajista austriaco Franz Simandl.

Franz Simandl es conocido por ser uno de los maestros de contrabajo más importantes de la historia, y su método de enseñanza, el "Método Simandl", se convirtió en una de las técnicas pedagógicas más influyentes en la formación de contrabajistas en todo el mundo. Mišek estudió con Simandl en el Conservatorio de Viena y, al igual que muchos otros contrabajistas de su tiempo, se convirtió en uno de los principales exponentes del método de Simandl.

Además de Simandl, Mišek también estudió con otros contrabajistas notables, incluyendo a Carl Davydoff y a Joseph Klička. Carl Davydoff fue un contrabajista ruso y maestro de contrabajo en el Conservatorio de Moscú, mientras que Joseph Klička fue un contrabajista y director de orquesta checo, que también fue maestro de contrabajo en el Conservatorio de Praga.

Mišek, a su vez, también enseñó a muchos alumnos notables en su carrera como maestro de contrabajo, incluyendo al reconocido contrabajista Gary Karr.

Ludwig Manoly.

Ludwig Manoly, un reconocido contrabajista alemán, tuvo varios maestros a lo largo de su carrera. Sin embargo, no hay mucha información disponible sobre sus maestros específicos.

Se sabe que Manoly tocó en la Orquesta Filarmónica de Berlín durante su carrera musical, lo que sugiere que pudo haber estudiado con algunos de los contrabajistas más importantes de su tiempo, incluyendo a Joseph Klička y Adolf Mišek.

Joseph Klička fue un contrabajista y director de orquesta checo, y uno de los primeros grandes solistas de contrabajo. También fue maestro de contrabajo en el Conservatorio de Praga y tuvo varios alumnos notables, incluyendo a Franz Simandl, el maestro de Oskar Fiedler.

Adolf Mišek, por otro lado, fue un contrabajista checo que tocó en la Orquesta Filarmónica de Viena. También fue maestro de contrabajo en el Conservatorio de Praga y tuvo varios alumnos notables, incluyendo a Eugen Ormandy, el futuro director musical de la Orquesta de Filadelfia.

Es posible que Ludwig Manoly haya estudiado con alguno de estos maestros o con otros contrabajistas prominentes de la época. Sin embargo, no hay información disponible para confirmar esto con certeza.

Franz Simandl

Además de Manoly, Simandl también estudió con otros contrabajistas notables de la época, incluyendo a Joseph Klička y Adolf Mišek. Joseph Klička fue un contrabajista y director de orquesta checo, que también fue maestro de contrabajo en el Conservatorio de Praga. Adolf Mišek, por su parte, fue un contrabajista checo que tocó en la Orquesta Filarmónica de Viena.

Simandl, a su vez, se convirtió en un maestro influyente en su propia carrera, enseñando en el Conservatorio de Viena y desarrollando su método de enseñanza, el "Método Simandl", que se convirtió en una de las técnicas pedagógicas más influyentes en la formación de contrabajistas en todo el mundo. El método se centraba en el desarrollo de una técnica sólida de la mano izquierda y la utilización del arco en la mano derecha, para producir un sonido hermoso y uniforme.


Édouard Nanny.

Édouard Nanny tuvo varios profesores de contrabajo a lo largo de su carrera, pero uno de los más influyentes fue François Simandl. Simandl fue un contrabajista y pedagogo de origen checo que enseñó en el Conservatorio de Viena y en el Conservatorio de Praga, y es considerado uno de los fundadores de la técnica moderna del contrabajo. Nanny estudió con Simandl en Viena durante la década de 1870 y, más tarde, se convirtió en su asistente en el Conservatorio de Praga. La enseñanza de Simandl se centraba en la técnica del arco, la digitación y el uso de los dedos para tocar el contrabajo, y sus métodos todavía se utilizan en la enseñanza del contrabajo en la actualidad.

Pedro Valls (1865-1935).

Virtuoso, compositor y fundador de la escuela catalana de contrabajo, Valls fue instruido por José Rovéda, él mismo alumno de Bottesini, y a su vez por Josep Cervera-Bret, autor de más de 60 obras para contrabajo. Las experiencias de Valls con las actuaciones de Bottesini en Barcelona lo inspiraron a emular el enfoque del bel canto del maestro italiano, aunque sus obras mostraban elementos nativos españoles.

Oskar Fiedler.

Oskar Fiedler, el contrabajista y director de orquesta alemán, tuvo varios maestros a lo largo de su carrera musical. Uno de sus primeros maestros de contrabajo fue Ludwig Manoly, un contrabajista alemán que tocaba en la Orquesta Filarmónica de Berlín.

Sin embargo, el maestro más influyente en la formación musical de Fiedler fue el contrabajista alemán Franz Simandl. Fiedler estudió con Simandl en Viena durante los años 1890, donde también estudió armonía, contrapunto y composición.

Franz Simandl fue uno de los maestros de contrabajo más importantes de su época y su método de enseñanza, el "Método Simandl", se convirtió en una de las técnicas pedagógicas más influyentes en la formación de contrabajistas en todo el mundo. El método se centraba en el desarrollo de una técnica sólida de la mano izquierda y la utilización del arco en la mano derecha, para producir un sonido hermoso y uniforme.

Fiedler se convirtió en uno de los principales exponentes del método de Simandl y enseñó a muchos contrabajistas en su carrera como profesor. Además de su trabajo como maestro de contrabajo, Fiedler también se destacó como director de orquesta y fundó la Orquesta Fiedler en Berlín en 1910.

Rodion Azarjin (1931-2007).

Reconocido por sus interpretaciones y transcripciones viscerales, la destreza técnica y la innovación del virtuoso ruso ayudaron a expandir el alcance del contrabajo. Graduado del Conservatorio de Leningrado en 1954, continuó sus estudios como estudiante de posgrado en el Conservatorio de Moscú con el violonchelista Sviatoslav Knushevitsky. Su repertorio de más de 200 obras incluía sus propios arreglos de piezas instrumentales de compositores como Bach, Dvořák, Saint-Saëns, Tchaikovsky y Paganini, así como composiciones originales para contrabajo.

Serge Koussevitzky.

Serge Koussevitzky fue un contrabajista y director de orquesta ruso-francés, considerado uno de los contrabajistas más importantes e influyentes del siglo XX. Koussevitzky tuvo varios maestros a lo largo de su carrera musical, pero el más importante fue el también contrabajista ruso y director de orquesta Oskar Fiedler.

Koussevitzky comenzó sus estudios de contrabajo en San Petersburgo con el maestro Joseph Adamowski, pero fue Fiedler quien tuvo una influencia significativa en su técnica y estilo de interpretación. Koussevitzky estudió con Fiedler en Berlín a principios del siglo XX y lo consideró su "verdadero maestro" en el contrabajo.

Fiedler era un contrabajista muy respetado en Europa y un defensor del uso del arco francés en la interpretación del contrabajo. También era un director de orquesta conocido y fundó la Orquesta Fiedler en Berlín, que Koussevitzky llegó a dirigir en una de sus giras por Europa.

Después de estudiar con Fiedler, Koussevitzky se convirtió en solista de contrabajo de la Orquesta Filarmónica de Berlín y luego se trasladó a los Estados Unidos, donde se convirtió en director musical de la Orquesta Sinfónica de Boston. Koussevitzky dejó una gran huella en la interpretación del contrabajo y en la música en general, a través de sus actuaciones, grabaciones y su trabajo como director de orquesta.

Gary Karr.

Gary Karr, uno de los contrabajistas más reconocidos y respetados del siglo XX, tuvo varios maestros a lo largo de su carrera. Algunos de sus primeros maestros fueron Stuart Sankey y Herman Reinshagen en Estados Unidos. Sin embargo, el maestro más influyente en su desarrollo como contrabajista fue el legendario contrabajista francés François Rabbath.

Karr conoció a Rabbath en París en 1967, y quedó impresionado por su técnica y enfoque innovador en la enseñanza del contrabajo. Karr se convirtió en discípulo de Rabbath, y su técnica de contrabajo, que enfatiza la ergonomía y la comodidad del músico al tocar, se ha convertido en una de las más influyentes en el mundo del contrabajo.

Karr también estudió con otros maestros influyentes, como Gary Peacock y James Seay, y ha seguido enseñando y compartiendo su conocimiento con estudiantes de contrabajo de todo el mundo.

François Rabbath.

François Rabbath, uno de los contrabajistas más influyentes del siglo XX, tuvo varios maestros a lo largo de su carrera. Uno de sus primeros maestros fue su padre, Alfred Rabbath, quien también era contrabajista y le enseñó los fundamentos del instrumento desde una edad temprana.

Sin embargo, el maestro más importante en la formación musical de François Rabbath fue el contrabajista rumano Georges Enesco (1881-1955). Rabbath estudió con Enesco en París durante los años 50 y se convirtió en uno de sus estudiantes más destacados.

Enesco no solo era un virtuoso del contrabajo, sino también un compositor y director de orquesta muy respetado. Durante sus lecciones con Enesco, Rabbath aprendió técnicas y enfoques innovadores en la interpretación del contrabajo, que luego integró en su propia técnica y enfoque pedagógico.

Además de Enesco, Rabbath también estudió con otros grandes maestros de contrabajo, como Paul Tortelier y Maurice Maréchal, y ha influenciado a generaciones de contrabajistas con su enfoque único y revolucionario en la interpretación y enseñanza del contrabajo.

Stuart Sankey.

Uno de los maestros más influyentes en la formación musical de Sankey fue el contrabajista estadounidense Roger Scott. Sankey estudió con Scott en la década de 1970 mientras completaba su maestría en música en la Universidad del Norte de Texas.

Roger Scott era un contrabajista muy respetado y miembro de la Orquesta Sinfónica de Dallas. Como maestro, Scott enfatizaba la técnica y el enfoque correcto en la ejecución del contrabajo, y alentaba a sus estudiantes a desarrollar su propio sonido y estilo de interpretación.

Después de estudiar con Scott, Sankey se convirtió en profesor de contrabajo en la Universidad de Wisconsin-Madison, donde ha influido a varias generaciones de contrabajistas con su enfoque pedagógico y su enfoque en la técnica y la musicalidad en la interpretación del contrabajo.

Franco Petracchi.

El reconocido contrabajista y pedagogo Franco Petracchi recibió sus primeras lecciones de música de su padre, que también era contrabajista. Posteriormente, estudió en el Conservatorio de Parma con Arrigo Tassinari, y luego continuó sus estudios con el famoso contrabajista y pedagogo Franco Rossi.

Petracchi también se interesó en la técnica de la respiración y el yoga, y aplicó estos conocimientos en su enfoque pedagógico para ayudar a sus estudiantes a desarrollar una técnica más completa y saludable. Enseñó en varios conservatorios de Italia, incluyendo el Conservatorio de Parma, el Conservatorio de Bolonia y el Conservatorio de Milán, y también impartió clases magistrales en todo el mundo.

Además de su carrera como intérprete y pedagogo, Petracchi también es conocido por sus libros sobre técnica de contrabajo, como "Simplified Higher Technique for Double Bass" y "Complete Contemporary Techniques for Double Bass". Su enfoque pedagógico y su contribución a la técnica del contrabajo han sido muy influyentes en la formación de muchos contrabajistas profesionales en todo el mundo.



sábado, 18 de marzo de 2023

GRAVIS CONTINUUS

  Benedetto Giacomo Marcello 

Click en la imagen.


Venecia fue una ciudad muy importante en la historia de la música, y durante el siglo XVIII en particular, fue el hogar de muchos compositores notables que escribieron obras para bajo continuo. Algunos de los compositores de Venecia de la época barroca que escribieron obras para bajo continuo incluyen:


Antonio Vivaldi.

Tomaso Albinoni.

Francesco Geminiani.

Baldassare Galuppi.

Antonio Caldara.

Benedetto Marcello.

Giovanni Battista Pergolesi.

Domenico Scarlatti.

Alessandro Marcello.

Estos compositores escribieron una variedad de obras para bajo continuo, incluyendo sonatas, conciertos, óperas y cantatas. La música de bajo continuo era una parte esencial de la música barroca, y los compositores de Venecia contribuyeron significativamente a su desarrollo y evolución durante este periodo.

  • Benedetto Giacomo Marcello (Venecia, 24 de julio de 1686 - Brescia, 24 de julio de 1739) fue un compositor, poeta, escritor, abogado, magistrado y profesor italiano. El Conservatorio de Venecia está dedicado a él.

Giacomo Marcello fue un compositor italiano del siglo XVIII conocido principalmente por su música vocal e instrumental. Entre sus obras más destacadas se incluyen:

"Estro armonico", un conjunto de doce conciertos para violín, publicados en 1711.

"La Cetra", un conjunto de doce conciertos para violín publicados en 1721.

"Psalmi ad Vesperas", una colección de salmos para ser interpretados durante la liturgia católica.

"L'Impiantata di Parigi", una ópera cómica en tres actos.

"Arianna", una cantata para soprano y orquesta.

También escribió música para órgano, música de cámara y varias otras óperas. Marcello fue un importante exponente del estilo barroco italiano y sus obras siguen siendo interpretadas y grabadas en la actualidad.

Aunque Benedetto Giacomo Marcello no es conocido por haber compuesto obras específicas para contrabajo, algunos de sus trabajos para otros instrumentos han sido adaptados para su interpretación en el contrabajo.

Por ejemplo, su obra "Estro armonico" y "La Cetra" incluyen conciertos para violín que a menudo se interpretan en el contrabajo. Además, algunas de sus composiciones para teclado, como las sonatas y los preludios, pueden ser interpretadas en el contrabajo utilizando técnicas de transcripción y adaptación.

Biografía.

Nació de los patricios Marcello de la rama Maddalena, el hijo menor de Agostino y Paolina Cappello. La familia, que en el pasado era muy prestigiosa, había perdido toda relevancia desde el punto de vista político, pero seguía siendo conocida a nivel cultural: el padre componía versos, tocaba el violín y organizaba actuaciones musicales en su salón; su madre se dedicaba a la poesía y al dibujo y el conocido teatro Sant'Angelo pertenecía a su familia. Los dos hermanos de Benedetto, Alessandro y Girolamo, también se destacaron en el campo musical y literario. Según algunas fuentes, el padre centró la formación de los tres niños en la poesía italiana y les hizo componer una docena de versos cada mañana.


Por su parte, Marcello se introdujo en el estudio del violín, pero inicialmente los resultados fueron muy mediocres. Según una anécdota relatada por algunos contemporáneos, su interés por la música fue despertado por un episodio específico: un día una princesa de Brunswick visitó a los Marcellos para asistir a una ejecución de Alejandro; al ver a Benedetto, le preguntó qué estaba haciendo y Alessandro respondió que, dada su falta de talento, como mucho podría traerle las partituras. El otro, ofendido, juró dedicarse a los estudios musicales con la mayor perseverancia.


No hay pruebas precisas al respecto, pero se cree que Marcelo se formó inicialmente con los somascos de Sant'Antonio di Castello. Alrededor de los veinte años se dedicó al estudio de la teoría y la composición musical con tanta presteza que puso en peligro su propia salud. Su maestro fue Francesco Gasparini de Lucca, entonces maestro de coro en el hospital de la Piedad. En cuanto a la práctica, estudió tanto el clavicémbalo como el violín, mientras que para la teoría se remitió a los escritos de Gioseffo Zarlino. Sus modelos fueron las composiciones de músicos del pasado, como Giovanni Pierluigi da Palestrina, Carlo Gesualdo, Claudio Monteverdi Girolamo Frescobaldi y Giacomo Carissimi, pero también más recientes, como Giovanni Legrenzi, Giovan Battista Lulli, Marc-Antoine Charpentier Henry Purcell, Bernardo Pasquini y Arcangelo Corelli.


A pesar de sus ahora indiscutibles habilidades musicales, Marcelo tuvo que interrumpir sus estudios para emprender el tradicional cursus honorum reservado a los jóvenes patricios. Trabajó como abogado desde 1707 y, a fines del mismo año, logró ingresar al Maggior Consiglio gracias a la extracción del fardo de oro. Más tarde ocupó una serie de cargos públicos que, como él mismo dice en su Fantasía heroica y ditirámbica, no eran de especial prestigio, ofreciendo únicamente una árida rutina burocrática: officiale alla Messetteria (1711), juez del Examinador (1714), officiale alla Ternaria vecchia (1715), miembro de la Quarantia civil vecchia (1717), administrador en Pola (1733), funcionario de la antigua justicia (1735), chambelán en Brescia (1738), donde murió en su quincuagésimo tercer cumpleaños.


Benedetto Marcello es a menudo recordado por su inspiración poético-armónica (Venecia, 1724-1727), obra que musicaliza los primeros cincuenta salmos para voces y bajo continuo, en la versión paráfrasis italiana creada por Girolamo Ascanio Giustiniani. Estas composiciones fueron muy admiradas por Charles Avison, quien con John Garth editó una edición con textos en inglés (Londres, 1757). Entre los admiradores de los Salmos de Marcelo, que gozaron de gran prestigio y fama europea a lo largo de los siglos XVIII y XIX, también se encuentran Goethe, Rossini y Verdi.


El célebre Adagio del Concerto para oboe, transcrito para instrumento de teclado por Johann Sebastian Bach (BWV 974) y que se ha hecho popular hoy en día gracias a la película Anonimo Veneziano (1970), es en realidad atribuible a su hermano Alessandro Marcello.


También compuso más de trescientas cantatas, para una o más voces; cuatro oratorios (incluido Joaz sobre libreto de Apostolo Zeno para la corte imperial de Viena) y varias serenatas. La biblioteca del Conservatorio de Bruselas cuenta con interesantes volúmenes de cantatas de cámara compuestas para su amada mujer. Aunque el propio Marcello escribió el libreto de una ópera en 1708, La Fede Recognized, en Vicenza, tenía poca simpatía por esta forma de composición, y dio rienda suelta a sus puntos de vista sobre el estado del drama musical en ese momento en el folleto Teatro alla moda, publicado anónimamente en Venecia en 1720; esta pequeña obra, que ha sido reimpresa varias veces, no solo es muy divertida, sino que también es una valiosa contribución a la historia de la obra.


Su tumba se encuentra en la iglesia de San Giuseppe di Brescia, el lugar de enterramiento por excelencia de las personalidades brescianas en el campo musical.


Hay muchas composiciones  adaptadas para la interpretación en el contrabajo de la época del 1700,  muchos compositores no especificaron instrumentos específicos en sus obras para bajo continuo, permitiendo que sean interpretadas por una variedad de instrumentos graves, incluyendo el contrabajo.

Sin embargo, aquí hay algunas obras barrocas que se sabe que se interpretan comúnmente en el contrabajo con bajo continuo:

  • Johann Sebastian Bach: Las seis suites para violonchelo solo, BWV 1007-1012, que a menudo se interpretan en el contrabajo. También escribió sonatas y conciertos que se pueden adaptar para su interpretación en el contrabajo.
  • Antonio Vivaldi: Los conciertos para violonchelo RV 399, RV 400, RV 406 y RV 407, que a menudo se interpretan en el contrabajo. También escribió una variedad de conciertos para otros instrumentos que se pueden adaptar para su interpretación en el contrabajo.
  • Domenico Gabrielli: Las siete sonatas para violonchelo solo, que a menudo se interpretan en el contrabajo.
  • Giuseppe Tartini: Las sonatas para violín y bajo continuo, que se pueden adaptar para su interpretación en el contrabajo.
  • Georg Philipp Telemann: Las sonatas para viola da gamba y bajo continuo, que se pueden adaptar para su interpretación en el contrabajo.
  • Benedetto Marcello: Las sonatas para violonchelo y bajo continuo, que se pueden adaptar para su interpretación en el contrabajo.
El contrabajo, o "bajo de viola", era un instrumento conocido en el siglo XVIII y se mencionó en varios tratados y documentos musicales de la época.

Por ejemplo, el tratadista italiano Francesco Gasparini menciona el contrabajo en su obra "L'Arte del Cembalo" de 1708, donde lo describe como un instrumento "de sonido profundo y majestuoso". También se sabe que Johann Sebastian Bach escribió música para el contrabajo, incluyendo partes de bajo continuo para este instrumento en sus obras.

En la literatura musical de la época, el término "basso di viola" se usaba a veces para referirse al contrabajo. El instrumento era a menudo utilizado para tocar la línea de bajo en conjuntos instrumentales barrocos, junto con otros instrumentos de la familia de cuerdas como el violín, la viola y el violonchelo.

Aunque la tecnología y los materiales utilizados en la construcción de los contrabajos han evolucionado con el tiempo, el instrumento en sí ha existido desde hace varios siglos y ha sido un elemento clave en la música instrumental de la época barroca y posterior.