Diseño de la opera.
La Bohème" se clasifica dentro del subgénero de ópera verista, que se caracteriza por retratar situaciones y personajes realistas de la vida cotidiana, a menudo con un enfoque en las emociones humanas intensas, los conflictos personales y las relaciones interpersonales. Esta ópera sigue la vida de un grupo de jóvenes bohemios en el París del siglo XIX, centrándose en las relaciones amorosas, la amistad y las luchas económicas y sociales.
Score.
https://imslp.org/wiki/La_boh%C3%A8me%2C_SC_67_(Puccini%2C_Giacomo)
Tonalidad.
"La Bohème" de Giacomo Puccini es una ópera en cuatro actos que presenta una variedad de tonalidades musicales a lo largo de la obra. Puccini emplea una paleta tonal rica y variada para reflejar las emociones y los estados de ánimo de los personajes y las situaciones dramáticas. Algunas de las tonalidades principales presentes en "La Bohème" incluyen:
Fa Mayor: Esta es la tonalidad principal en la que comienza y termina la ópera. La tonalidad de Fa Mayor a menudo se asocia con el amor, la esperanza y la felicidad, lo que refleja el romance entre los personajes principales al comienzo de la obra.
Do Mayor: Esta tonalidad se usa en momentos de celebración y alegría, como en la escena de la fiesta en el Café Momus en el segundo acto.
Si menor: Puccini utiliza esta tonalidad en momentos de tensión y tragedia, como en la escena final del tercer acto cuando Mimì y Rodolfo tienen una discusión.
Mi bemol Mayor: Esta tonalidad se utiliza en momentos de contemplación y melancolía, como en los pasajes líricos y emotivos de la ópera.
Cambios tonales:
Acto 1:
Un ejemplo común de cambio de tonalidad mayor a menor en este acto ocurre al final del dúo entre Rodolfo y Mimì "O soave fanciulla". Aquí, la música cambia de Fa Mayor (la tonalidad principal del acto) a Si menor cuando Rodolfo expresa su temor a perder a Mimì.
Acto 2:
En este acto, uno de los momentos más notables de cambio de tonalidad mayor a menor ocurre en la escena en la que Mimì y Musetta cantan sus respectivas arias, "Mi chiamano Mimì" y "Quando me'n vo'". Después de la aria animada y en Fa Mayor de Musetta, la música cambia a Mi menor cuando Mimì expresa su preocupación por su relación con Rodolfo.
Acto 3:
Un cambio de tonalidad mayor a menor ocurre durante la conmovedora aria de Mimì "Donde lieta uscì". La música cambia de La bemol Mayor (la tonalidad de la escena) a Do sostenido menor cuando Mimì habla sobre la tristeza de tener que dejar a Rodolfo.
Acto 4:
Uno de los cambios más importantes de tonalidad mayor a menor ocurre hacia el final del acto, durante la emotiva aria de Rodolfo "Sono andati? Fingevo di dormire". La música cambia de Si bemol Mayor (la tonalidad principal del acto) a Mi bemol menor cuando Rodolfo reflexiona sobre la muerte de Mimì.
Tonalidades principales
La ópera comienza y termina en Fa Mayor, lo que establece una sensación de estabilidad y resolución.
Puccini utiliza una variedad de tonalidades para reflejar diferentes emociones y situaciones a lo largo de la ópera, como Do Mayor para momentos de alegría y Si menor para momentos de tensión y tristeza.
Progresiones armónicas:
Puccini emplea progresiones armónicas que van desde lo simple hasta lo complejo para expresar una variedad de emociones. Por ejemplo, acordes simples como el acorde de tónica (I), subdominante (IV) y dominante (V) se utilizan en momentos de calma y estabilidad, mientras que progresiones armónicas más complejas se utilizan en momentos de conflicto y emoción intensa.
El uso de acordes disonantes y tensiones armónicas también es común en momentos de drama y conflicto en la trama.
Leitmotifs:
Puccini utiliza leitmotifs, o motivos musicales recurrentes asociados con personajes, lugares o emociones específicas, para desarrollar la trama y los personajes. Estos leitmotifs pueden ser simples motivos melódicos o progresiones armónicas que se repiten a lo largo de la ópera para enfatizar ciertos temas o emociones.
Cromatismo:
Puccini emplea el cromatismo para agregar color y profundidad emocional a la música. El uso de notas cromáticas fuera de la escala tonal principal puede crear un sentido de tensión y anticipación, especialmente en momentos de conflicto y pasión.
Contrastes armónicos:
La ópera presenta una variedad de contrastes armónicos para resaltar los cambios en el estado de ánimo y la situación dramática. Por ejemplo, Puccini puede cambiar abruptamente entre tonalidades mayores y menores para reflejar cambios repentinos en la trama o en el estado emocional de los personajes.
Tempo:
La Bohème" de Giacomo Puccini contiene una variedad de tempos a lo largo de la obra, dependiendo de la escena y el contexto emocional de la música.
Lento: Se utilizan tempos lentos en momentos de contemplación, tristeza o emociones profundas. Por ejemplo, en las arias líricas o en escenas de gran intensidad emocional.
Andante: Este tempo moderado se usa para mantener un ritmo constante en muchas partes de la ópera. En escenas de conversación o en momentos de desarrollo de la trama, es común encontrar tempos andantes.
Allegro: Este tempo rápido se emplea en momentos de alegría, celebración o acción dramática. Por ejemplo, durante escenas de fiesta o en pasajes de gran energía emocional.
Adagio: Similar al tempo lento, el adagio se usa para crear una atmósfera de serenidad y calma en ciertas partes de la ópera.
Moderato: Este tempo moderado se encuentra en muchas partes de la ópera y se utiliza para mantener un ritmo constante y fluido en la música, especialmente durante diálogos o momentos de transición.
En "La Bohème" de Giacomo Puccini, los tempos pueden variar según la interpretación específica de cada director y la dinámica del elenco.
Acto 1:
Introducción: Andante o Moderato, estableciendo el escenario y presentando a los personajes principales.
Escenas de conversación entre los personajes: Andante o Moderato, para mantener un ritmo constante durante los diálogos.
Aria de Rodolfo "Che gelida manina": Andante o Moderato, con momentos de rubato para expresar la emotividad del personaje.
Dúo entre Rodolfo y Mimì "O soave fanciulla": Andante o Moderato, con pasajes más lentos en los momentos más íntimos y emotivos.
Acto 2:
Escenas en el Café Momus: Allegro, para reflejar la energía y la animación del lugar.
Aria de Musetta "Quando me'n vo'": Andante o Moderato, con momentos de rubato para enfatizar la expresividad de la voz.
Dúo entre Marcello y Musetta "Gioventù mia, tu non sei morta!": Andante o Moderato, con pasajes más enérgicos y emotivos.
Acto 3:
Escena en el Barrio Latino: Andante o Moderato, con momentos de tensión y emotividad.
Aria de Mimì "Donde lieta uscì": Andante o Moderato, con momentos más lentos para expresar la delicadeza de la voz.
Cuarteto entre Rodolfo, Marcello, Mimì y Musetta "Addio, dolce svegliare alla mattina!": Andante o Moderato, con momentos de intensidad emocional.
Acto 4:
Escena en el ático de Rodolfo: Andante o Moderato, con momentos de profunda introspección y tristeza.
Aria de Rodolfo "Sono andati? Fingevo di dormire": Andante o Moderato, con momentos de rubato para expresar la angustia del personaje.
Dúo entre Rodolfo y Mimì "Mimì! Speravo di trovarvi qui": Andante o Moderato, con pasajes más lentos y emotivos a medida que se acerca el desenlace.
Compas:
Compás de 4/4 (cuaternario): Este es el compás más común en la ópera y se utiliza en una variedad de contextos, desde pasajes líricos hasta momentos más enérgicos. En los pasajes más rápidos y animados, como en las escenas de fiesta, es común encontrar ritmos vivaces en compás de 4/4.
Compás de 3/4 (ternario): Se utiliza en momentos más solemnes o líricos, especialmente en arias y pasajes de duetos. Este compás se encuentra a menudo en pasajes de mayor emotividad y expresividad vocal.
Compás de 2/4 (binario): Aunque menos común que los compases anteriores, el compás de 2/4 se utiliza a veces en pasajes más rápidos y rítmicos para crear una sensación de impulso y energía, como en ciertos momentos de diálogo o acción dramática.
Compás de 6/8 (sextuplicado): Este compás se utiliza en pasajes que requieren un ritmo más fluido y ondulante, a menudo asociado con pasajes líricos o emotivos que requieren una mayor flexibilidad rítmica.
Compases irregulares: En algunos pasajes más expresivos o dramáticos, Puccini podría emplear compases irregulares para crear un efecto de tensión o inestabilidad, rompiendo la regularidad rítmica y subrayando la intensidad emocional del momento.
Acto 1:
Compás de 4/4 (cuaternario): Este compás es común en las secciones más animadas del primer acto, como en la escena de la fiesta en el Café Momus.
Compás de 3/4 (ternario): También se utiliza en pasajes líricos y arias, como en el aria de Mimì "Mi chiamano Mimì".
Acto 2:
Compás de 4/4 (cuaternario): Este compás puede encontrarse en pasajes más animados, como durante la escena del Café Momus.
Compás de 6/8 (sextuplicado): Se utiliza en algunos pasajes líricos para crear un ritmo más fluido y ondulante.
Acto 3:
Compás de 4/4 (cuaternario): Es común en las secciones más dramáticas y emotivas del tercer acto.
Compás de 3/4 (ternario): También se utiliza en pasajes líricos y arias.
Acto 4:
Compás de 4/4 (cuaternario): Puede encontrarse en las secciones más introspectivas y emotivas del acto final.
Compases irregulares: En momentos de gran tensión emocional, Puccini podría emplear compases irregulares para subrayar la intensidad del drama.
Cadencias.
Acto 1:
Cadencias auténticas (perfectas): Estas cadencias, que implican una progresión de acordes de dominante a tónica (V-I), son comunes al final de secciones o arias en las que se resuelve la tensión armónica.
Cadencias plagales: Menos comunes pero aún presentes, estas cadencias implican una progresión de acordes de subdominante a tónica (IV-I). Se pueden encontrar en momentos líricos o emotivos.
Acto 2:
Cadencias auténticas (perfectas): Continúan siendo comunes en este acto, especialmente al final de las arias o secciones emocionales.
Cadencias de medio cadencia: Estas cadencias, que terminan en un acorde de dominante (V), crean una sensación de suspensión y se utilizan a menudo para mantener el interés antes de una resolución completa.
Acto 3:
Cadencias auténticas (perfectas): Se siguen utilizando en momentos de resolución emocional o conclusión de secciones.
Cadencias plagales: Podrían encontrarse nuevamente en momentos líricos o emotivos.
Acto 4:
Cadencias auténticas (perfectas): Se utilizan para marcar momentos de resolución y conclusión en el acto final.
Cadencias de medio cadencia: Pueden emplearse para crear una sensación de suspensión antes del clímax musical o emocional.
Personajes.
Mimi
Las elecciones musicales están relacionadas con esa característica: una tesitura acotada y ausencia de acrobacias melódicas. Como en todas sus obras de madurez, Puccini deja de lado las voces ligeras y la coloratura.
Musetta
Antítesis de Mimí: desinhibida, histriónica y vivaz. Al principio, parece que Musetta sólo quiere divertirse, pero en el fondo es generosa y amable. Excepto el vals lento del segundo acto, con un uso pleno del registro agudo, el carácter general del personaje se manifiesta musicalmente a través de cierta exuberancia en la línea melódica.
Cuatro amigos Bohemios
Rodolfo (Poeta, tenor)
Rodolfo se gana la vida como puede, vive en un mundo de ensoñación, y se enamora perdidamente de Mimí. Pero los celos lo hacen tomar decisiones equivocadas. Ni ligero ni heroico, por lo general, es interpretado por un tenor lírico.
Marcello (Pintor, barítono)
Amigo de Rodolfo, tiene gran confianza en su talento. Ama a Musetta, pero sus coqueteos constantes lo terminan alejando de ella. Se trata de un barítono particular, requiere diversos registros vocales: cercano a la escritura de Rodolfo en el primer acto, al de Musetta en el segundo y al patetismo de Mimí en el tercero. La presencia y la alegría son características importantes del personaje.
Colline (Filósofo, bajo)
Amigo de Rodolfo. No tiene una historia de amor, sus sentimientos los expresa a su abrigo andrajoso que empeña para ayudar a Mimí en el aria Vecchia zimarra.
Schaunard (Músico, barítono)
Amigo de Rodolfo, es vivaz y elegante.
Datos históricos.
La Bohème se estrenó en Turín, Italia, el 1º de febrero de 1896, bajo la batuta de Arturo Toscanini. En ese entonces, era un director desconocido de 28 años, pero ya ostentaba un carácter difícil y un inflexible criterio artístico: se negaba a repetir un aria, porque lo consideraba un sacrilegio contra la obra.
Luego de la primera representación, la crítica de la época fue reticente y profetizó un futuro efímero para la obra. La mayor parte de los críticos coincidieron en que la ópera de Puccini era trivial y alejada de las intensas y profundas pasiones que el compositor había señalado en su éxito anterior, Manon Lescaut.
En las obras de Puccini se cuelan los conflictos de la época y sus padecimientos: la desesperación y la destrucción, el pesimismo, la angustia y la impotencia.
La Bohème fue creada a fines del siglo XIX, más puntualmente en el período convulsionado que va desde 1880 hasta 1910. Desintegrado el viejo orden y las viejas creencias sobre los valores morales y sociales, la marca del período fue la inestabilidad espiritual.
El realismo o el verismo representaron la desesperación y la desilusión del fin de siglo, imponiéndose frente al sentimentalismo del romanticismo y sus idealizaciones.
La fealdad de la naturaleza humana, la enfermedad física y mental, e incluso la anormalidad, se incorporaron como nuevos tópicos en el arte. La tuberculosis fue una enfermedad contagiosa tan común en el siglo XIX que fue tema en varias obras. Para las mujeres solteras, víctimas de la enfermedad (como el personaje de Mimí), sobrellevarla era más duro y, peor aún, en un contexto de pobreza.
Lenguaje musical.
El compositor creó su obra desde el piano. “Cuando componía la muerte de Mimí y había hallado esos acordes lentos y lúgubres que la acompañan, los tocaba al piano una y otra vez, y al hacerlo me asaltaba una congoja que a veces tenía que levantarme y, en medio de la habitación, solo en la avanzada noche, estallaba en sollozos como un niño”, contó Puccini a su biógrafo Fraccaroli.
Cuando Puccini escribió la música de La Bohème existía cierto eclecticismo estilístico: el Verismo, el Romanticismo, el Simbolismo, el Naturalismo, etc. Pero más allá de todos los “ismos”, en el género lírico hubo un avance importante y tuvo que ver con la caída en el olvido de la ópera concebida en números cerrados a favor de la generalización de la idea del drama continuo.
La alternativa frente al número cerrado fue el leitmotiv: contribuía a la cohesión de la obra a través de la recreación de una atmósfera musical determinada en varios puntos de la ópera. Puccini adoptó la técnica en sus obras de madurez. Unió la ópera dividida en arias, conjuntos y recitativos (de la tradición verdiana) con la continuidad musical de Wagner y con una adopción idiosincrásica del leitmotiv wagneriano.
Además de los personajes, los objetos -el manguito, la estufa, la gorra o el abrigo de Colline- están vinculado a un motivo musical propio. En relación con esos motivos evocadores que se entretejen en las escenas, cada una de las óperas de Puccini tiene un sonido característico.
Otro elemento distintivo es la música para describir las escenas de la trama de forma característica. Una suerte de música “atmosférica”, como la que escribió para los dos comienzos del segundo acto y del tercero, una mañana de invierno en Barrière d’Enfer.
Puccini describe esta escena con efectos sonoros, mezclando el xilofón y el arpa, creando un efecto impresionista. En un sentido, La Bohème es una ópera de “ambientes”: el primer acto transcurre en una buhardilla, el segundo en el Café Momus con el exultante clima navideño, el aislamiento invernal del tercero en la Barrière d'Enfer (en las afueras de París) y el cuarto cierra con una lúgubre atmósfera, de nuevo en la buhardilla.
Por otro lado, cada uno de los cuatro actos funciona como cuatro movimientos de una sinfonía. El primero, a modo de un Allegro y luego Adagio, es expositivo. Presenta los personajes y condensa todo el material melódico y armónico.
El segundo, como un Scherzo. El tono más melancólico del tercer acto, con un tratamiento orquestal más camarístico, sería un Adagio. El cuarto y último tiene una función recapitulativa, pero con otra significación: Mimí vuelve a cantar la línea “Me llaman Mimí; ¿por qué? No lo sé”, pero no resuelve, porque el retorno del pasado es inexorable como el carácter irrecuperable de la juventud, metáfora que recorre la obra.
Puccini fue contemporáneo de Gustav Mahler, Richard Strauss, Claude Debussy, el lenguaje sonoro de La Bohème no solo tiene las bases de la tradición operística italiana, sino también los elementos del romanticismo tardío (arias y dúos de amor del primer y último acto), del impresionismo (comienzo del tercer acto) y del verismo (algunos pasajes del segundo acto).
Por otro lado, todas esas corrientes se funden en un estilo único, y La Bohème se proyecta en los comienzos del siglo XX, con las grandes rupturas de la tradición, sobre todo la tonalidad. “Contra todo y contra todos, componer óperas con melodías”, dejó escrito de su puño y letra Puccini en un manuscrito.
En la melodía, Puccini une todo con una intensidad irresistible: las palabras, la acción, emoción y el puro sonido vocal. Todo lo que sucede en la escena tiene su correlato en la música y al revés. La eficacia dramática funciona cercana a una dramaturgia fílmica. La continuidad, la direccionalidad, se desarrollan de manera similar a la dinámica de un film.